Desarrolla tu Intuición

¿Alguna vez te haz preguntado que es la intuición y cómo funciona?
En tiempos pasados los filósofos han considerado a la intuición como parte de la inteligencia humana, como uno de los actos a través del cual se llega al conocimiento cierto. La intuición nace a la luz de la razón, aunque pareciera estar totalmente desligada de ella.

Con el paso del tiempo hemos usado el pensamiento racional y lógico para tomar decisiones en nuestra vida, dejando de lado la intuición.  Olvidándonos de que no es necesario demostrar todo, que hay cosas que no se pueden demostrar pero que nuestra mente puede ver inmediatamente como ciertas. Relegamos el espacio creado a la intuición por la deducción. A diferencia de la intuición, el pensamiento analítico y deductivo sigue una secuencia de pasos antes de llegar a tomar una decisión definitiva, mientras que el pensamiento intuitivo se asocia a una especie de sentimiento y va directo al problema.

La capacidad intuitiva tiene su origen en la existencia del hombre, es una manera de ver y sentir sin explicación, descubres que sabes algo, pero ignoras como lo sabes. La intuición proviene de nuestro interior y por lo general se asocia a las mujeres. Culturalmente las mujeres han desarrollado sus emociones y han creado el canal en donde la intuición puede manifestarse a diferencia de los hombres. Estos canales pueden ser físicos (sensaciones en la piel, cosquilleo), emocionales (buenos y malos sentimientos, excitación, sensibilidad a la energía de otras personas), mentales (saltos de creatividad, ingenio, invenciones), espirituales (entendimiento de la vida, sensación de confort). La creencia de la “intuición femenina” tiene una base fisiológica, se fundamenta en la mayor actividad y desarrollo del hemisferio derecho del cerebro.

La intuición es una especie de sexto sentido, es una capacidad innata que todos podemos crear. Es decir, podemos activar este talento y aplicarlo en nuestra vida cotidiana. Para poder conectarnos con la intuición hay que estar en silencio del ruido exterior y dejarnos fluir. La necesidad de controlarlo todo bloquea el desarrollo de la intuición saber fluir es la clave. Para ello, diversifica tu atención. La atención es selectiva. Abre tu abanico de posibilidades. Pon atención a todo lo que te rodea. La información que necesitas puede llegarte del lugar más insospechado. La imaginación sirve para crear por eso lo mejor es usarla.

Lo que buscas puede aparecer como una metáfora, imagen o símbolo,  o como una sensación en nuestro cuerpo.  Una vez recibas esta información viene la interpretación y de ello dependerá el contexto en el estés, la particularidad de la situación, las personas involucradas, para poder tomar una decisión certera. Debemos tener presente que la intuición nos transporta a un sentimiento de apertura, alivio y liberación.